Un fármaco que ya se utiliza en la actualidad para tratar la debilidad en los huesos y el riesgo de fractura causado por las metástasis que se 'alojan' en ellos, podría tener también su valor como terapia contra algunos tumores de mama. Un estudio presentado estos días en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) demuestra que el ácido zoledrónico es capaz de prevenir las recaídas del cáncer de mama en sus fases más iniciales en mujeres premenopáusicas.
Aunque algún trabajo de laboratorio muy preliminar ya había sugerido
que este medicamento de la familia de los bifosfonatos podía tener
actividad antitumoral, la primera evidencia de ello en pacientes se ha conocido en Chicago, sede del congreso.
El encargado de presentar sus resultados ha sido Michael Gnant,
profesor de Cirugía en la Universidad de Viena (Austria) y presidente
del grupo austriaco dedicado al estudio del cáncer de mama y colon
(Austrian Breast and Colorrectal Cancer study group, según su
denominación en inglés).
El trabajo en cuestión agrupó a más de 1.800 mujeres
que habían pasado por el quirófano para la extirpación de un tumor de
mama con receptores hormonales positivos (es decir, que responde al
estímulo de las hormonas femeninas, los estrógenos), y que estaban
recibiendo un tratamiento hormonal capaz de suprimir la función de sus
ovarios (goserelina), precisamente para protegerlas de este efecto
hormonal. Fueron divididas en cuatro grupos para administrarles además
tamoxifeno o anastrozol (dos fármacos antiestrogénicos), solos o
combinados con o sin el bifosfonato.
Un 36% menos de recaídas
Mientras que no se observaron diferencias significativas entre los
dos grupos que sólo recibieron las hormonas, a los 60 meses de
seguimiento los investigadores descubrieron que al añadir a la terapia
habitual el fármaco que protege los huesos, la tasa de recaídas del
cáncer de mama se redujo un 36%. Aunque en la supervivencia global
también se observó una pequeña diferencia favorable al ácido zolendrónico, no se trató de una diferencia estadísticamente significativa.
Gnant ha reconocido en rueda de prensa que habrá que seguir estudiando con precisión este efecto,
para definir la mejor forma de administración del fármaco (tiempos,
dosis, mujeres que más se beneficiarían...), aunque ha insistido en que
estas conclusiones son "emocionantes". "Estos resultados representan un
tremendo avance para las mujeres que temen el regreso de su enfermedad
[después de la extirpación del tumor], y nos permitirán a los oncólogos
mejorar el tratamiento habitual de las pacientes premenopáusicas cuyo
cáncer responde al estímulo de las hormonas", ha apuntado en rueda de
prensa.
El trabajo no ahonda en los mecanismos de acción que
podrían estar detrás de esta protección, y que siguen intrigando a los
científicos más escépticos sobre el papel que este fármaco puede tener
en el cáncer de mama. Hasta ahora sólo se había observado que el ácido
zoledrónico reducía la aparición de metástasis específicamente en el
hueso, y que incluso las mujeres que lo estaban tomando para el
tratamiento de la osteoporosis tenían menos recaídas de su tumor de mama.
Además, aunque tiene un perfil de seguridad bastante elevado (en el
estudio no se apreciaron efectos adversos de consideración), desde su
autorización se han detectado algunos casos de hipocalcemia (bajada
aguda del calcio) y de osteonecrosis de la mandíbula (dolor en las
encías, pérdida de dientes, adormecimiento en la zona...); una reacción
infrecuente pero muy molesta para quienes la sufren. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |