Es la hora de la reflexión. El año que puede marcar un antes y un después en el abordaje de la lucha contra la droga en el mundo. Un editorial de la revista 'The Lancet' critica la línea que se ha seguido hasta ahora en este terreno y cree que ha llegado el momento de cambiar. Así, destaca que es necesario adoptar nuevas medidas para combatir las sustancias ilegales y pide que la prevención del VIH forme parte de las nuevas estrategias.
El comentario de la publicación médica, firmado por Joanne Csete y
Daniel Wolfe, de la Red Canadiense de VIH y el Instituto Sociedad
Abierta de Nueva York, respectivamente, viene a cuento porque los
estados miembros de la ONU han sido llamados a un año de reflexión para
evaluar los progresos realizados contra las drogas en la última década,
desde 1998, cuando la Asamblea General de la ONU celebró una sesión
especial bajo el lema: 'Un mundo libre de drogas, podemos conseguirlo'.
El objetivo al que se comprometieron en aquel evento era conseguir la completa erradicación de la producción
de opio, cocaína, cannabis y otras sustancias. Para lograrlo, pusieron
el empeño en la vertiente policial y legal, pero los autores del
artículo creen que obviaron otros aspectos igualmente importantes, como
medidas para controlar la infección por VIH y otros problemas de salud
relacionados con el consumo de drogas.
"En 2008, la ONU puede hacerlo mejor. A pesar de las políticas
policiales de tolerancia cero contra la droga, los estados miembros
deben reconocer que otras medidas, aparte de la prohibición, son
necesarias para reducir la mortalidad entre los drogadictos", escriben
los autores.
Entre ellas, citan la de asegurar que los usuarios de drogas tengan
acceso a jeringuillas esterilizadas, que se reparta una guía de
prevención del VIH y que dispensen metadona, que entró en la lista de
medicinas esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en
2005.
El peor parado
El Organismo Internacional de Control de Narcóticos (INCB, según sus
siglas en inglés), una agencia con 13 expertos fundada por la ONU para
reforzar la lucha contra la droga, es el que recibe las críticas más
duras. Los autores afirman que aunque en su informe anual, el INCB
recoge siempre que el consumo de drogas por vía intravenosa contribuye
a propagar el VIH, el organismo después no critica a aquellos países en
los que la metadona es ilegal, como Rusia, o en los que las medicinas
para tratar la drogodependencia no están disponibles.
Es más, el editorial pone de relieve una práctica que considera muy
perjudicial, y es que el INCB felicite a aquellos países que han
reforzado su lucha contra la droga pero a base de prácticas represivas, que incluso, van en contra de los derechos humanos.
Ante esto, la revista médica concluye que "en 2008, una buena manera
para que la ONU muestre que va a aplicar una nueva visión hacia las
drogas en la era del VIH es que nombre una comisión independiente que
evalúe las actividades del Organismo de Control de Narcotráfico y que
las deliberaciones del mismo, que ahora son secretas, sean abiertas a
todos los estados miembros".
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