"El paciente tiene derecho a optar, si tiene opción. ¡Pero éstos nunca tuvieron opción! La opción era quedarse ciegos, la opción era no poder aprender en la escuela, era no poder trabajar, era andar con bastones, como los hemos visto, aunque los vimos retornar caminando felices y radiantes", dijo Marina Arismendi, ministra de Desarrollo Social, en uno de los momentos más vehementes de la discusión que tuvo lugar el pasado jueves en la Comisión de Población. La jerarca dijo que pactaría con "EE.UU., Japón o Kalamuchita" para solucionar las demandas insatisfechas
Un áspero debate entre la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, y diputados blancos a propósito del envío de pacientes oftalmológicos a Cuba se produjo la semana pasada en el Parlamento.
"Si los Estados Unidos de Norteamérica, Japón o Kalamuchita me ofrecen sacar la deuda retrospectiva acumulada en próstata -o en lo que sea- de los pobres de este país que no pudieron operarse porque no tuvieron con qué pagar. ¿A mí qué?. Yo estaré feliz", dijo en respuesta a una serie de preguntas que le planteó el diputado de Alianza Nacional, Miguel Asqueta. Hizo referencia a las enfermedades de la próstata, porque explicó que en el desarrollo del Plan de Emergencia, también se encontró una importante deuda acumulada en esa área, así como severas carencias en salud bucal y mental. Asqueta había interrumpido una larga explicación de Arismendi sobre el funcionamiento del Panes, para cuestionar a su Ministerio y al de Salud por no haber aportado su parte para cumplir un convenio con la Sociedad Uruguaya de Oftalmología (SUO). El legislador objetó específicamente que el Estado hubiera incumplido una parte "fundamental" del acuerdo que era enviar a los especialistas un listado de pacientes ya diagnosticados por patologías quirúrgicamente reversibles. Asqueta dijo que el Mides envió listados con muchos pacientes que ni siquiera eran del Panes y con otros sin un diagnóstico confirmado. "Pregunto, cuándo va a comenzar efectivamente a cumplirse este convenio, que es a lo que todos los uruguayos aspiramos", inquirió a la ministra. Arismendi no aventuró una fecha y remarcó que la Sociedad de Oftalmología "no hizo el menor esfuerzo por cumplir". Otros directores del Mides presentes explicaron que a pesar de que la SUO recibió nombres de pacientes que esperaban para ser operados, jamás comunicaron si los habían intevenido, por lo cual la cartera también podía haber denunciado el convenio. En uno de los momentos más intensos, Arismendi acusó a Asqueta de no querer "centrar el problema donde está" y deslizó fuertes cuestionamientos a la práctica médica uruguaya. No sólo hizo alusión a las listas de espera de años que tuvieron los pacientes del sector público, sino también los del mutualismo: "El punto es que se trata de una mercancía; los ojos son una mercancía: tenés plata, ves; no tenés plata, no ves. ¡Es así de fácil!". Arismendi fue a más y dijo que cuando los cirujanos obtuvieron el pago por acto médico "fue el principio del fin de la ética médica" y también tuvo críticas para los odontólogos. Asqueta quiso que la ministra le diera el total de pacientes en lista de espera para ser operados, con el fin de saber qué tan lejos o cerca se está de saldar la deuda acumulada. "Nos dijeron que las listas de espera de los hospitales eran muy grandes, pero no puedo dar cifras, porque en algunos casos nos escondieron las listas de espera, desaparecieron", apuntó, aunque aclaró que si hubo más de 400 personas que recuperaron la visión en Cuba es porque existía una demanda insatisfecha. Asqueta le pidió que precisara quién había escondido esa información puesto que era una acusación "gravísima". Más adelante el director de Salud del Mides, Gerardo Lorbeer dijo que esa había sido la respuesta de "diferentes servicios y jefaturas de hospitales".
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