Es del tamaño de una píldora y de hecho el paciente debe tragársela, pero se trata de una cámara capaz de diagnosticar trastornos del aparato digestivo.
La cámara-píldora, llamada PillCam, viaja hasta el intestino y desde la
pared interna transmite imágenes a un receptor que el paciente lleva en
el cinturón.
Posteriormente el médico puede analizar la información e identificar trastornos intestinales como hemorragias y quistes.
El aparato, sin embargo, no había podido usarse para analizar el
esófago y el estómago, porque su viaje a través de éstos era demasiado
rápido para poder tomar fotografías.
Los pacientes, por lo tanto, deberían someterse a un análisis con un grueso endoscopio.
Pero ahora, los investigadores del Instituto Fraunhofer de
Ingeniería Biomédica en Alemania, lograron crear un control que permite
mover la cámara a través del aparato digestivo para tomar imágenes
desde el esófago y el estómago.
"Los médicos podrán detener la cámara en el esófago, moverla
hacia arriba o abajo, voltearla o ajustarla en un ángulo que se
requiera" dijo el doctor Frank Volke, quien dirige el proyecto.
"Esto permitirá tomar análisis precisos de la unión entre el esófago y
el estómago porque si el esfínter cardiaco no está funcionando
adecuadamente, el ácido gástrico se eleva hacia el esófago y causa
acidez", agrega.
PrecisoA largo plazo, dicen los investigadores, este trastorno puede
incluso causar cáncer del esófago, por eso la importancia de detectarlo
a tiempo.
Y con el nuevo sistema, agregan, también se pueden escanear las paredes estomacales.
Hasta ahora no había podido utilizarse la cámara-píldora para detectar trastornos en esta parte del organismo.
Esto se debía a que la cámara viaja desde la boca al esófago en
sólo 3 o 4 segundos, produciendo de dos a cuatro imágenes por segundo.
Y una vez que llega al estómago su peso de unos 5 gramos
provoca una caída muy rápida hacia la parte posterior del estómago, lo
cual impide captar imágenes útiles.
Tal como explican los investigadores, el nuevo control consiste de un aparato magnético del tamaño de una barra de chocolate.
El médico puede sostenerlo en la mano durante el examen y
moverlo hacia arriba o abajo sobre el cuerpo del paciente, mientras la
cámara-píldora sigue con precisión estos movimientos dentro del
organismo.
Todo el sistema consiste de la cámara, el transmisor que envía
las imágenes al receptor, una batería y varios diodos de luz fría que
encienden brevemente un flash cada vez que se toma una imagen.
Y según los investigadores, en las primeras pruebas del sistema
lograron demostrar que la cámara puede ser mantenida en el esófago
durante casi diez minutos, incluso cuando el paciente está sentado.
Todavía sin embargo hace falta pasar otros ensayos clínicos antes de que éste puede ser utilizado en la clínica.
El proyecto fue realizado conjuntamente con la empresa Given
Imaging, el Hospital Israelita en Hamburgo y el Colegio Imperial de
Londres.
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