Hallazgo de un estudio contradice creencia popular
Una sorprendente investigación reciente sugiere que una dieta baja en
sal podría ser peor para el corazón que comer mucha sal, pero todavía
no hay que comenzar a hartarse de papitas.
"Nadie debe correr a comprar un salero para tratar de mejorar su
salud cardiovascular. Pero creo que es razonable señalar que distintas
personas tienen distintas necesidades", afirmó el Dr. Hillel W. Cohen,
autor del estudio y profesor asociado de epidemiología y salud de la
población del Colegio de medicina Albert Einstein de la Universidad de
Yeshiva. El estudio, que aparece en línea en la Journal of General Internal Medicine,
no confirma que una dieta baja en sal sea mala para el corazón. Pero sí
señala que la gente que consume la menor cantidad de sal sufre de los
mayores índices de muerte por enfermedades cardiacas. "Nuestros
hallazgos sugieren que uno no puede simplemente suponer, sin evidencia,
que una dieta más baja en sal 'no puede hacer daño'", apuntó Cohen. Cohen
y sus colegas evaluaron una encuesta federal de salud de unos 8,700
estadounidenses entre 1988 y 1994. Todos eran mayores de 30 años y
ninguno llevaba una dieta especialmente baja en sal. Entonces, los investigadores investigaron qué había sucedido a los voluntarios para 2000. Incluso
después de que los investigadores ajustaron las estadísticas para tomar
en cuenta el efecto de los factores de riesgo cardiaco como fumar y la
diabetes, el 25 por ciento de la población que consumió la menor
cantidad de sal tenía 80 por ciento más probabilidades de morir por
enfermedades cardiacas que el 25 por ciento que consumió la mayor
cantidad de sal. Cohen no descarta que la sal pueda ser mala
para algunas personas. Sin embargo, "el principal razonamiento para
reducir la sal en la prevención de las enfermedades cardiacas ha sido
que hay una relación entre mayores cantidades de sodio y presión
arterial más alta", dijo. "Ha habido muchos estudios sobre esta
relación, pero cuando uno en realidad revisa las cifras, la diferencia
promedio en presión arterial relacionada con una ingesta de sodio
bastante considerable es muy modesta". Pone en duda indicar a la
gente sana que reduzca la sal, sobre todo porque los cambios modestos
podrían no tener ningún efecto. "¿Por qué se les dice a la mayoría de
las personas, sobre todo aquellas cuya presión arterial es normal, que
no deben consumir sal?". El estudio no fue diseñado para
detectar causalidad entre el consumo de sal y la muerte cardiaca. En
cambio, sólo observó una relación potencial. Es posible que el consumo
de sal pueda reflejar algún otro factor que tenga mucho más que ver,
aunque Cohen dijo que los investigadores intentaron tomar tal
posibilidad en cuenta. La enfermedad existente podría ser un
factor oculto, apuntó Howard Sesso, profesor asistente de medicina del
Hospital Brigham y de mujeres de Boston. Según Sesso, los autores del
estudio tal vez no hayan sido capaces de tomar en cuenta a todos los
participantes de la encuesta que redujeron su ingesta de sal por
enfermedad cardiaca, presión arterial alta o diabetes. Sesso
apuntó que, en general, las investigaciones sobre los peligros de la
sal siguen mezcladas. "Los pacientes que tienen presión arterial normal
pueden continuar consumiendo sal, pero con moderación y teniendo
presente que lo que realmente importa es toda la dieta". Más información Para más información sobre la sal, visite la American Heart Association.
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