Los resultados del estudio ADVANCE muestran los beneficios derivados de reducir los niveles de hemoglobina A1c al 6,5% o por debajo.
Los nuevos resultados del estudio ADVANCE,
un gran ensayo clínico sobre el tratamiento de diabetes, muestran que
el control intensivo de la glucosa en sangre, utilizando glicazida de
liberación modificada y otros fármacos requeridos, protege a los
pacientes frente a las complicaciones graves de la enfermedad.
En particular, el tratamiento intensivo reduce en
una quinta parte el riesgo de enfermedad renal. Los resultados del
estudio ADVANCE (Acción contra la Diabetes y la Enfermedad Vascular),
que se presentaron en el marco de la reunión anual de la Asociación
Americana de Diabetes y publicados en "The New England Journal of Medicine",
muestran que esta estrategia de tratamiento intensivo tiene el
potencial de beneficiar a millones de pacientes diabéticos de todo el
mundo.
El Prof. Stephen MacMahon, investigador principal
del estudio y director jefe del George Institute for International
Health (Australia), manifestó que "nos enfrentamos a una epidemia
global de diabetes. Los resultados del estudio ADVANCE van más allá de
los datos existentes, y demuestran ahora que el reducir el nivel de
hemoglobina A1c al 6,5% es una forma segura y efectiva de reducir las
complicaciones graves, particularmente el riesgo de enfermedad renal,
que conduce a la muerte a una de cada cinco personas con diabetes."
"La hipoglucemia fue poco frecuente en el
estudio, aunque, tal como se esperaba, fue más frecuente entre aquellos
pacientes que recibían el tratamiento intensivo," señaló la directora
de la investigación, la Prof. Anushka Patel. "Estos hallazgos refuerzan
el hecho de que la reducción de la glucosa en sangre en la diabetes es
segura y desempaña un papel importante en la prevención de las
complicaciones graves."
"Además, en contraposición al estudio recientemente interrumpido ACCORD,
no hubo ninguna evidencia de ningún riesgo aumentado de muerte entre
aquellos que recibían el tratamiento intensivo en el estudio ADVANCE."
El estudio involucró a médicos independientes de
20 países de todo el mundo. Participaron 11.140 pacientes con diabetes
tipo 2, a los cuales se les trató y monitorizó durante cinco años. El
objetivo fue reducir los niveles de hemoglobina A1c al 6,5% o por
debajo. El tratamiento intensivo incluyó una sulfonilurea: la glicazida
de liberación modificada, para todos los pacientes, y otros fármacos
que fuesen requeridos para lograr el objetivo de hemoglobina.
Los principales hallazgos del estudio demuestran
que el tratamiento intensivo de reducción de glucosa en sangre controló
de manera segura la glucosa en la sangre a un nivel HbA1c medio del
6,5%.
El tratamiento redujo de manera significativa el
riesgo general de complicaciones graves asociadas a la diabetes (en un
10%), con una reducción de una quinta parte de las enfermedades renales
(21%) y un 30% de reducción en el desarrollo de proteinuria, marcador
del riesgo cardiovascular incrementado.
También logró una tendencia positiva hacia la
reducción del riesgo de muerte cardiovascular (12%), aunque este
parámetro no fue estadísticamente significativo.
"Hoy, está claro que la prevención de las
complicaciones vasculares importantes de la diabetes requiere de un
planteamiento multifactorial que haga frente a todos los factores de
riesgo modificables, entre los cuales el control intensivo de la
glucosa juega un papel importantísimo, en particular protegiendo a los
riñones", concluyó el Prof. John Chalmers, presidente del grupo
directivo del estudio.