Una técnica indica la resección en choque femoroacetabular |
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Diario Médico (por Sonia Moreno)
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Monday, 16 de June de 2008 |
Con ayuda de una plantilla se puede medir y planificar de forma preoperatoria la cantidad de resección necesaria para corregir un choque femoroacetabular, una deformidad congénita de cadera que está presente en aproximadamente el 10 por ciento de la población general.
A pesar de que no es una entidad muy conocida, el choque o atrapamiento
femoroacetabular (femoroacetabular impingement, en la literatura
inglesa) está presente en un 10 por ciento de la población general,
según uno de los últimos trabajos epidemiológicos realizados al
respecto por Kasper Gosvig, del Hospital Universitario de Copenhague
(Hvidovre, Dinamarca). Esta incidencia es bastante mayor entre los
pacientes menores de 55 años a los que se les implanta una prótesis de
cadera: hasta un 60 por ciento.
Se trata de una deformidad
congénita que, como su propio nombre indica, compromete la movilidad de
la cadera debido a un choque entre el fémur y el acetábulo; en
consecuencia, se produce un desgaste más acelerado del cartílago de la
articulación así como del labrum acetabular.
Hay diversas
opciones quirúrgicas, entre ellas, el abordaje abierto de mínima
incisión anterior, y en los casos en que la deformidad es menos
pronunciada, se puede realizar un tratamiento artroscópico.
Según
ha expuesto Óliver Marín Peña, del Servicio de Cirugía Ortopédica y
Traumatología del Hospital Infanta Leonor, de Madrid, "en el futuro
probablemente se realizarán cada vez más abordajes por artroscopia; el
problema que plantea esta tendencia es que tiene una curva de
aprendizaje muy larga y el cirujano debe saber manejar otras
alternativas de cirugía abierta en caso de que el paciente lo
necesite". De ahí la necesidad de derivar a los enfermos a centros de
referencia para que los cirujanos acumulen experiencia y se acorte así
la curva de aprendizaje. "Además, a veces es difícil realizar el
diagnóstico y se piensa que el paciente sufre una displasia de cadera
leve cuando en realidad es un choque femoroacetabular o al revés. Un
centro de referencia debe proporcionar técnicas de detección eficaces y
la posibilidad de ofrecer a cada paciente la opción quirúrgica que
mejor se adapte a su alteración concreta".
Programa de formación Con
esta idea ha arrancado el Servicio de Cirugía Ortopédica y
Traumatología del Hospital Infanta Leonor, en Madrid, que persigue
hacer un abordaje integral del paciente joven con patología dolorosa de
cadera y que incluye un programa de formación para que los médicos
implicados contribuyan a detectar lo ante posible la lesión.
El
especialista participa estos días en los congresos europeo y nacional
de Cirugía de Cadera que tienen lugar en Madrid, dirigidos por Eduardo
García Cimbrelo, del madrileño Hospital La Paz. En estas reuniones
Marín ha presentado una plantilla, diseñada en colaboración con otros
cirujanos como Manuel Ribas, de la Clínica Dexeus (Barcelona), y
Alfonso Valles, del Hospital Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares),
con la que se objetiva exactamente el tamaño de la deformidad y permite
planificar la cantidad de hueso a resecar para normalizar la forma de
la cabeza femoral y, por tanto, la biomecánica de la cadera.
"Es
una plantilla radiotransparente que se aplica sobre las radiografías en
proyección lateral pura o axial de cadera, así como en proyección
anteroposterior y que marca cuánto hueso hay que eliminar y hasta dónde
debemos hacerlo para normalizar el ángulo alfa, el único dato objetivo
con el que se mide la magnitud de la deformidad", explica.
Se
trata de la primera plantilla diseñada específicamente para esta
planificación y puede aplicarse en el quirófano durante la
intervención. En el estudio prospectivo se ha validado esta estrategia
con 30 pacientes y en todos ellos se vio que existía una correlación
entre la planificación preoperatoria y el resultado final.
Expectativa y realidad Otro
trabajo presentado por Óliver Marín ha valorado la actividad deportiva
de los pacientes que recibieron una prótesis de superficie.
"Una
ventaja de esta técnica es que permite mayor actividad al paciente,
pero queríamos determinar la percepción subjetiva tras la
intervención". Después de un seguimiento mínimo de un año de los
pacientes intervenidos con la prótesis, se constató que podían realizar
actividades cotidianas en más de un 80 por ciento de lo que ellos
esperaban, y en más de un 70 por ciento las deportivas.
"No
obstante, encontramos discrepancia entre estos datos y las
reincorporaciones a sus trabajos, pues sólo el 63 por ciento ha
regresado a su puesto previo a la cirugía".
Plantilla La
imagen muestra la plantilla Marín-Ribas de medición del ángulo Alpha.
Se observa la planificación del ángulo que presenta el paciente
mediante la flecha superior (95º). La inferior representa el ángulo
normal (55º). La zona ósea entre ambas flechas es la cantidad ósea que
hay que resecar.
La planificación se aplica sobre el monitor de
radioscopia de forma intraoperatoria, viendo la cantidad a resecar. Con
ayuda de la plantilla, se evitan posibles malos resultados derivados de
una resección insuficiente.
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