Líderes políticos y científicos deben comprometerse a nivel global
para lograr que todos los temas referidos a la salud de la mujer sean
considerados esenciales no sólo a nivel individual sino como un
reaseguro del crecimiento de los países.
El Programa de Investigación, Desarrollo y Entrenamiento en
Investigación, ampliamente conocido como HRP, fue establecido en 1972
por la Organización Mundial de la Salud. La reunión del Programa este
año tiene lugar por primera vez fuera de Ginebra y lo hace en Buenos
Aires, desde ayer y hasta mañana, como expresión de la consideración
que existe por las contribuciones realizadas en los últimos treinta
años por instituciones y científicos argentinos. Desde su fundación,
HRP ha nucleado a decisores políticos, científicos, proveedores de
servicios de salud y representantes de la comunidad para identificar
prioridades para la salud sexual y reproductiva y encontrar soluciones
sustentables para los problemas de este campo. Es el único órgano del
sistema de Naciones Unidas que tiene el mandato de liderar la
investigación en reproducción humana.
El
Programa apoya y coordina investigaciones a escala mundial y conduce
estudios en colaboración con los países para producir la información
necesaria para alcanzar el acceso universal a servicios efectivos de
salud sexual y reproductiva y para promover la protección y el cuidado
de la salud de la población. También se sintetizan los resultados de
investigaciones a través de revisiones sistemáticas de la literatura y
se desarrollan herramientas para facilitar el acceso a información
científica actualizada. Una característica muy particular del Programa
desde sus inicios es su compromiso y apoyo al fortalecimiento de las
capacidades de investigación de los países en vías de desarrollo.
La
carga global de enfermedad debida a causas relacionadas con la
sexualidad y la reproducción continúa siendo uno de los mayores
problemas, ya que existen muchas muertes prevenibles, discapacidad y
sufrimiento entre las mujeres, particularmente en el mundo
subdesarrollado. Las áreas de trabajo principales del HRP son:
mejoramiento de la salud materna y perinatal, servicios de
planificación familiar y de infertilidad de alta calidad; eliminación
del aborto inseguro; prevención y tratamiento de infecciones de
transmisión sexual, incluyendo el VIH/Sida y el cáncer de cuello de
útero, así como otras infecciones y enfermedades ginecológicas; y la
promoción de la salud y los derechos sexuales y reproductivos. Hace
menos de una década, los países del mundo e instituciones líderes del
desarrollo acordaron ocho metas internacionales ligadas al alivio de la
pobreza, educación, prevención de la enfermedad e igualdad de género
que dieron lugar a una planificación de esfuerzos sin precedentes para
atender las necesidades de los más pobres del mundo.
La salud
sexual y reproductiva --reconocida como fundamental para los
individuos, las parejas y las familias-- es ahora vista como esencial
para alcanzar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio y para un desarrollo socioeconómico satisfactorio de las
comunidades y naciones. En el año 2005, líderes mundiales suscribieron
el compromiso de asegurar el acceso universal a la información y a los
servicios de salud reproductiva para el año 2015, pero los desafíos que
muchos países enfrentan son significativos. Argentina ha alcanzado una
gran relevancia en la comunidad científica internacional. Tiene varios
centros prestigiosos que conducen investigación básica, clínica,
epidemiológica y social sobre temas relevantes de la salud sexual y
reproductiva. Nuestro Programa está orgulloso de su asociación con
estos centros y espera continuar con esta colaboración por muchos años
más, para el beneficio de la salud sexual y reproductiva de la
población argentina, de la de América latina y de la de todo el mundo.
Firma
también el artículo Enrique Ezcurra, Responsable para las Américas del
Departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la Organización
Mundial de la Salud.
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