Los pacientes mayores, con daño renal y mala función ventricular se pueden beneficiar de una nueva vía de acceso al corazón para el reemplazo de la válvula aórtica: la vía transapical.
Junto con la femoral, el acceso por el ápex
entre el quinto y el sexto espacio intercostal devuelve la esperanza a
octogenarios con muy mal pronóstico. En el Hospital Clínico de Madrid
un equipo multidisciplinar, compuesto por cirujanos cardiacos,
hemodinamistas y ecocardiografistas, sin olvidar los anestesistas, ha
hecho tres casos con muy buenos resultados.
Cada vez se puede
acceder de forma más rápida y segura al corazón para poder hacer los
reemplazos valvulares sin la necesidad de grandes cirugías. Primero se
implantaron las válvulas por vía percutánea, con incisiones en la ingle
y dirigiendo los stent que contenían las prótesis hasta llegar al
corazón para liberar allí los dispositivos, pero el camino es largo y
pueden aparecer complicaciones en el árbol vascular.
Estos
baches se están allanando con la posibilidad de llegar al corazón por
la vía transapical; es decir, por el extremo inferior del corazón.
"Hacemos una pequeña incisión de unos cinco o seis centímetros en el
tórax, en el ápex, entre el quinto y sexto espacio intercostal, para
acceder a la punta del corazón", explica a Diario Médico Enrique
Rodríguez, jefe del Servicio de Cirugía del Hospital Clínico de Madrid,
que ha efectuado ya tres procedimientos de reemplazo valvular por esta
vía.
En la intervención también han participado los cirujanos
Luis Maroto y Javier Cobiella, los hemodinamistas Carlos Macaya, Rosana
Fernández Antolí y Camino Bayuelos, el anestesista Fernando Ginestal y
el ecocardiografista José Zamorano.
Los afortunados han sido
tres pacientes de muy alto riesgo, mayores de 80 años, en los que
estaba descartada la cirugía convencional y cuya esperanza de vida no
superaba los tres meses. "Ahora, si no falla nada, la prótesis
implantada puede ofrecer una supervivencia que supera los cinco años".
Una vez que se llega al corazón, "se hace una pequeña bolsa de tabaco
doble para evitar hemorragias mientras se procede al reemplazo
valvular. A través de ahí se introducen las guías que llevan el stent y
la válvula".
La dificultad mayor está en encontrar la
localización adecuada para implantar la válvula aórtica, "pero es
necesario tener en cuenta y recordar que se trata de un procedimiento
para pacientes de muy alto riesgo que no se pueden operar. Las válvulas
están montadas sobre un stent y la probabilidad de que aparezcan
problemas a largo plazo no está aún bien analizada".
El cirujano
cardiaco asegura que para el recambio valvular lo ideal continúa siendo
la cirugía, pero hay pacientes en los que no es viable hacerla. Por
eso, la vía transapical les da una nueva oportunidad, ya que el exceso
de riesgo viene determinado por la edad, por el estado de la función
renal y la ventricular, "pero los años son los que más pesan para
inclinar la balanza".
Enrique Rodríguez se muestra satisfecho
con los resultados obtenidos, pero con los pies en la tierra. "Tenemos
que ser comedidos, ya que aún no sabemos qué dará de sí y la vía de
abordaje tiene unas indicaciones específicas". Es fácil de hacer, el
acceso desde la punta del corazón es cómodo y el procedimiento lo lleva
a cabo un equipo multidisciplinar.
"El sitio ideal para hacerlo
es lo que se denomina quirófano híbrido. Sólo hay tres en el mundo y
nosotros hemos pedido a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de
Madrid que implante uno aquí, por el gran volumen de cirugía de
reemplazo valvular de nuestro servicio". El nuevo concepto de quirófano
permitirá que dos equipos intervengan a un paciente con enfermedad
coronaria y valvular y que se le puede implantar un stent y una válvula
en el mismo tiempo quirúrgico.
Comentarios reservados a usuarios registrados.
Por favor ingrese al sistema o regístrese.