Depresión y ansiedad son las dos consecuencias psiquiátricas más frecuentes en personas de edad avanzada que han experimentado trastorno por estrés postraumático.
El trastorno por estrés postraumático (TEPT) suele ser frecuente en
los adultos mayores y su diagnostico está relacionado con síntomas de
depresión y ansiedad en esa población, según un estudio publicado en el
"Journal of Clinical Psychiatry".
El equipo, dirigido por el Dr. Carsten Spitzer, de la
Ernst-Moritz-Arndt-University (Alemania), analizó el riesgo de
exposición a experiencias traumáticas y TEPT en 3.170 adultos alemanes
divididos en tres grupos: jóvenes (menos de 44 años), personas de
mediana edad (entre 45 y 64) y adultos mayores (de más de 65 años).
Como lo indica su nombre, el TEPT es un trastorno de ansiedad que
puede aparecer después de la exposición a un trauma físico o
psicológico y que produce síntomas como pensamientos desagradables
continuos y recuerdos de la experiencia traumática, el desapego
emocional de los seres amados, en especial de los más cercanos, y
problemas de sueño.
En general, 1.730 participantes (54,6%) mencionaron por lo menos una experiencia traumática.
Las probabilidades de quedar expuestos a sufrir un trauma eran
cuatro veces más altas en los adultos mayores que en los más jóvenes.
Los mayores registraban también una mayor cantidad de experiencias
traumáticas (2,06%) que los de mediana edad (1,31%) y los jóvenes
(1,34%).
El riesgo de sufrir un trauma fue en general significativamente
mayor en los hombres que en las mujeres. Pero no se registraron
diferencias de género en las tasas de prevalencia del TEPT.
Los adultos mayores con diagnóstico previo de TEPT tenían muchas más
probabilidades de padecer algún síndrome psiquiátrico que aquellos sin
TEPT. Depresión y ansiedad fueron las dos condiciones más frecuentes.
Estos resultados indican que la exposición a los traumas es
frecuente entre los adultos mayores que viven en la comunidad y que el
TEPT es una consecuencia habitual, concluyeron los autores.
El equipo sugiere a los médicos que evalúen los traumatismos y el TEPT en los pacientes mayores.
Journal of Clinical Psychiatry 2008;69:693-700
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