Una copa de vino tinto, a determinadas edades, no sólo no es malo para la salud sino que puede mejorar la calidad de vida. Así al menos lo concluye un trabajo a nivel internacional que ha contado con la participación del investigador español Plácido Navas, de la Universidad Pablo Olavide del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La teoría ha detectado propiedades en el resveratrol, presente en el vino tinto, y que mejora la salud durante el envejecimiento de los ratones.
El estudio se publica en la edición digital de la revista 'Cell
Metabolism' y, en él, Navas detalla las conclusiones de un estudio
internacional en el que ha tomado parte el científico español. Así,
gracias a las investigaciones de este equipo se ha podido demostrar que
un componente destacado del vino tinto, el resveratrol, previene el
deterioro y el declive funcional causado por el envejecimiento en
ratones alimentados con una dieta estándar, aunque no afecta a la
longevidad al iniciar el tratamiento en la vida adulta.
De esta forma, las copas presentes en las mesas de muchos hogares
españoles podrían aportar mayor calidad de vida a las personas de más
edad. Como prueba, los investigadores dirigidos desde el Instituto
Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos aluden a los roedores
analizados y que ingirieron durante el experimento una dieta alta en
calorías y un régimen de restricción calórica. Tratados con resveratrol
a concentraciones bajas y altas, quedó demostrado la repercusión del
componente.
MENOS RIESGO CARDIOVASCULAR
En concreto, el equipo internacional de científicos descubrió que
el resveratrol previene el declive de la función cardiovascular,
habitualmente asociado a la obesidad y la edad. Así, los ratones
tratados con el componente, independiente de su peso, mostraron un
mejor comportamiento cardiovascular y sus niveles de colesterol
descendieron. Además, los animales mejorar su salud ósea, disminuyeron
las cataratas asociadas al envejecimiento y mejoraron la coordinación
motora.
Ahora, queda por comprobar las posibles aplicaciones de este
estudio para los seres humanos. Los investigadores han señalado que los
resultados no tienen una aplicación directa a los humanos, pero
posteriores análisis sobre el vino tinto y, en particular, sobre el
resveratrol, permitirán determinar si los médicos de familia deben
añadir a las recetas habituales prescritas a los ancianos españoles una
copa de tinto con las comidas, para vivir no más, pero sí mejor.
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