El estudio se realizó en base a una muestra de 219 pacientes con esta enfermedad, que fueron analizados en el centro catalán entre noviembre de 1993 y julio de 1998. Un total de 111 de estos pacientes fueron intervenidos con cirugía laparoscópica y otros 108 con cirugía abierta convencional. Los resultados demostraron que los tratados por laparoscopia presentaban una tendencia de mayor supervivencia al cáncer y general, lo que ratificó la efectividad de esta técnica. La laparoscopia permite disminuir el dolor, una recuperación postoperatoria más rápida y reduce el tiempo de estancia en los hospitales. Además, provoca una respuesta inflamatoria favorable en el tratamiento.

Este estudio, liderado por el jefe del Servicio de Cirugía Gastrointestinal, el Dr. Antonio María de Lacy, ya publicó un trabajo sobre esta técnica en 2002 en “The Lancet”, que reveló que los enfermos en fase III tratados por laparoscopia presentaban mayor índice de supervivencia y tenían menos complicaciones. Este nuevo estudio ha realizado un seguimiento mayor de los casos, 95 meses en el actual frente a los 43 del estudio de 2002, por lo que el nuevo trabajo demuestra la eficacia de la cirugía laparoscópica también a largo plazo.