La apertura del "corralito mutual", disminuir los tiempos de espera
para la atención en mutualistas y que los nuevos afiliados se puedan
mantener en las instituciones pese a los costos, son temas que
preocupan en el nuevo sistema de salud.
Varios problemas a resolver tienen las autoridades sanitarias a seis
meses de la implementación del Sistema Nacional Integrado de Salud
(SNIS).
Disminuir los tiempos de espera en mutualistas desbordadas y
facilitar el acceso a las instituciones con tiques y órdenes más
económicos, son dos de los asuntos que más preocupan. También deberán
afrontar la prometida apertura del "corralito mutual" que podrá pintar
todo un nuevo escenario que hoy las prestadoras ven con incertidumbre y
expectativa.
Ante ese panorama los empresarios reclaman que el usuario sea
informado con objetividad sobre las características de cada mutualista
para que la decisión no esté distorsionada por la publicidad y las
promociones.
A partir de agosto, la Junta Nacional de Salud (Junasa) publicará en
su sitio web una detallada información que pretende despejar dudas
sobre estas cuestiones y, además, identificar con pelos y señales a las
mutualistas que no están cumpliendo con las metas asistenciales
previstas.
Todo esto será acompañado con el detalle de los costos de tiques y
órdenes de las diferentes instituciones. La idea es mostrar la
información para acallar críticas y, sobre todo, darle al usuario más
herramientas para poder elegir su asistencia. El director nacional de
Salud, Jorge Basso, quien además preside la Junasa, destacó la
importancia de que los usuarios "sepan dónde y cuánto sale atenderse en
los distintos lugares". Asimismo señaló que las propias instituciones
reclaman con insistencia que haya más regulaciones desde el gobierno.
"En la medida que hay instituciones que cumplen las normas, se
preocupan de que las otras también las cumplan", justificó.
Según la última auditoría realizada por el gobierno se constató que
un 10% de las mutualistas no cumplían con los tiempos estipulados por
normativa para acceder a atención en emergencia, para cita en consulta
externa con especialistas y para cirugía oncológica coordinada. Los
tiempos de espera para acceder a una consulta es uno de los aspectos
más criticados por la oposición y también por los propios médicos que
aseguran que siguen sin dar a basto para cubrir la atención (ver
recuadro).
Otro tema que preocupa a las autoridades sanitarias es el de los
costos que los nuevos afiliados al sistema deben afrontar al momento de
atenderse. Costos en órdenes y tiques que antes no pagaban y que pueden
determinar el regreso a la asistencia pública.
"Sabemos que ahí hay un problema", reconoció el director de
Secretaria del Ministerio de Salud Pública, Daniel Olesker. Fuentes de
las mutualistas señalaron a El País que la prueba de fuego será el
invierno, cuando las consultas suban y de su mano venga el gasto en los
llamados "copagos".
El gobierno intentó regular este tema. Para evitar que tras la
incorporación de nuevos socios o ante cambios en la situación económica
las instituciones decidan aumentar los copagos, generando problemas a
los usuarios, el MSP decretó que sólo se podrán aumentar los copagos o
tasas moderadoras cuando el Ejecutivo lo determine.
Basso señaló que "algunas instituciones que han crecido, se plantean
que si esa población va a permanecer en la institución, porque tienen
cierto temor de que quizá no puedan pagar a la hora de ir a consultar.
Está la incertidumbre de saber en qué medida ese usuario se va a
mantener en el sector privado o si va a volver al público".
Corralito
La anunciada apertura del "corralito mutual" es otro de
los temas pendientes de la reforma. A principio de año se anunció que
la posibilidad de pasar de una mutualista a otra sería habilitada en
este mes, pero según fuentes del Ministerio de Salud Pública (MSP),
esta situación ocurrirá recién en octubre.
El subsecretario de la cartera, Miguel Fernández Galeano, adelantó
que luego de hecha la opción se establecerá un tiempo de permanencia
mínima de tres años, de manera que no se produzca una situación de
"puerta vaivén" que altere la estabilidad de las mutualistas. Fuentes
médicas dijeron a El País que la apertura del "corralito mutual" les
permitirá saber, concretamente, con cuantos socios cuentan para poder
determinar con exactitud la estructura que necesitan para llevar
adelante la cobertura. Actualmente se trabaja sin certezas en cuanto a
la cantidad de socios que tendrá cada mutualista una vez que se dé
libertad a los usuarios para optar. Por eso algunas instituciones no
han creado cargos médicos permanentes o trabajan con los recursos que
tienen disponibles a la espera de conocer el panorama definitivo.
El presidente de la Junta Directiva del Casmu, Gerardo Eguren, dijo
a El País que la apertura del corralito es positiva siempre y cuando
los usuarios opten de acuerdo a los parámetros de calidad asistencial y
no por la publicidad que haga cada institución. En ese sentido se
mostró satisfecho con la decisión del MSP de divulgar los parámetros
asistenciales de cada mutualista.
En esa misma línea se ubicó el presidente de la Plenaria de
Mutualistas, Antonio Durán. Opinó que está de acuerdo con la apertura
del corralito, pero advirtió que antes se debe "informar con
transparencia a la gente".
"La gente tiene que saber para optar cuánto cobran las órdenes y
tiques, qué prestaciones dan, los tiempos de demora, la distribución de
los servicios que tienen" dijo Durán.
Las cifras
1,4 millones es la cantidad de usuarios que están incorporados al nuevo Sistema Nacional Integrado de Salud.
425 millones es la cifra en dólares que reciben los hospitales públicos en el marco del nuevo sistema de salud.
Persisten dificultades financieras en IAMC
Según el MSP la aplicación del SNIS ha beneficiado económicamente a
las mutualistas, aunque aún no hay cifras que permitan demostrarlo y
algunas instituciones han alertado por el alto endeudamiento del sector
y el escaso aumento determinado por el gobierno a las cuotas mutuales.
Algunas IAMC tienen serias dificultades económicas, pero ninguna se
encuentra en situación crítica, según dijo a El País el director
general de Salud, Jorge Basso.
El presidente de la Junta Directiva del Casmu, Gerardo Eguren,
señaló que tras la entrada en vigencia del SNIS la institución no
registró una mejora económica pues ingresaron más socios que "pagan
menos que antes y para los que están por fuera del sistema, la cuota
mutual no se ajustó de acuerdo a los costos que tienen las
instituciones".
Basso sostiene en cambio que el impacto del SNIS ha sido positivo.
"En general, a todas las instituciones les ha ido bien con el seguro.
El problema financiero no lo va a resolver la reforma; lo tiene que
resolver la institución", dijo. El jerarca afirmó que la solución pasa
por una mejora de la gestión y no por el ingreso de más dinero por el
aumento de los socios.
Advirtió que sigue de cerca a las mutualistas en dificultades. "Las
instituciones con problemas financieros son un pequeño grupo en
Montevideo y alguna del Interior. Son las que ya venían con ese tipo de
problemas. Muchas de ellas, igualmente, a partir de estos últimos
meses, han disminuido su déficit financiero", aseguró.
Asistencia "igual o peor"
Para el presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Alfredo
Toledo, la reforma trajo pocos cambios y algunos problemas extras.
"Todo lo bueno que pueda tener el nuevo sistema no se está viendo,
porque seguimos trabajando igual, y por tanto la asistencia que se da
es igual o peor porque, en algunos casos, se ha complicado por los
desbordes que se han registrado en mutualistas", afirmó.
Agregó que el sindicato advirtió al Ministerio de Salud Pública
(MSP) que "no era bueno liberar a los usuarios al mercado y al mejor
postor. Cada mutualista debería haber avisado qué capacidad tenía o qué
capacidad iba a adquirir para afrontar los cambios. Quedó todo muy
librado a la oferta y demanda y se recibieron los afiliados, pero no se
reforzaron los servicios y hoy hay un cuello de botella en las
emergencias y en las consultas", explicó Toledo.
El presidente de la Federación Médica del Interior (FEMI), Edgardo
Mier, dijo que la situación en el interior es igual de problemática.
Mier puntualizó el problema en el área pediátrica donde hay una
falta importante de especialistas y, además, las mutualistas se ven
desbordadas.
Para Toledo, el aspecto más importante, el que marca la diferencia
en la reforma, es la descentralización de ASSE. "Está marcando una
nueva forma de atención en los hospitales públicos", aseguró. |