Una variante genética específica podría hacer que las mujeres fueran más susceptibles al alcoholismo. Al menos eso es lo que ha mostrado un estudio realizado por las Universidades de Bonn (Alemania) y el Instituto Kalorinska, de Suecia. Según este estudio, un gen implicado en el metabolismo de la endorfina se altera de manera normal y con más frecuencia en mujeres alcohólicas que en las mujeres sanas.
En pruebas realizadas a ratones, las endorfinas también parecen tener
un papel importante en la cantidad de alcohol consumido, especialmente
entre las hembras. El trabajo se publica en Biological Psychiatry.
(doi:10.1016/j.biospych.2008.05.008). Las
endorfinas son conocidas como las hormonas de la ‘felicidad’. Activan
el sistema de recompensa en el cerebro y de ese modo se garantiza el
buen humor. Esto puede producirse después de correr, de comer una barra
de chocolate, o de tomar vino o una cerveza. De esta manera, el cuerpo
intenta por todos los medios repetir este estado, y en los peores casos
puede terminar en adicción. Según esta
teoría, sin estas hormonas de la ‘felicidad’ uno debería caer más
fácilmente en el alcoholismo. Sin embargo, esta hipótesis se ha
comprobado con un experimento en ratones, a los que se saciaba la sed
con agua o con una solución de etanol. Los que no podían producir
endorfinas bebían menos alcohol que los que sí las producían y
curiosamente el efecto de las endorfinas se acusaba más en las hembras.
De los ratones a los humanosTras
analizar los genes relacionados con el metabolismo de la endorfina en
humanos, y el coordinador de este estudio, Ildikó Rácz, ha concluido
que existen dos cambios genéticos en las alcohólicas que se manifiestan
con más frecuencia que en las sanas. Las mujeres con una estructura
genética específica tienen un 50 por ciento de posibilidades de caer en
el alcoholismo. Sin embargo, Rácz apunta que
la influencia real de las mutaciones genéticas ha de comprobarse en
próximos estudios, pero confirma que en su investigación el papel de
las endorfinas es fundamental. Asimismo,
existen algunos experimentos con animales que han dado resultados
contradictorios, aunque bien es cierto que la influencia del entorno y
las condiciones en las que se realizaron los experimentos también
condiciona los resultados.
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