Determina un estudio que a partir de los 60 años la gente reporta más sentimientos de tranquilidad y satisfacción que sus contrapartes más jóvenes.
Aunque está establecido que el cerebro humano
no acaba su proceso de maduración del pensamiento "adulto" sino hasta
alrededor de los 45 años, un equipo de investigadores está comenzando a
centrarse en la que parece ser la fase final del envejecimiento del
cerebro alcanza los 60 años en adelante.
El estudio, dado a conocer por el Centro de Investigaciones sobre
Población de la Universidad de Texas, en Austin, y basado en una
encuesta realizada en 1996 entre más de mil 450 personas de 18 años en
adelante, encontró que aproximadamente a partir de los 60 años la gente
reporta más sentimientos de tranquilidad y satisfacción que sus
contrapartes más jóvenes.
Los descubrimientos muestran que la vejez está asociada con más
emociones positivas que negativas, pero también con más emociones
pasivas que activas.
"Las emociones activas y negativas, como la ansiedad y la ira, son
especialmente poco probables entre la gente mayor", señaló Catherine
Ross, profesora de sociología quien coescribió el estudio publicado en
mayo pasado en la revista Social Science and Medicine (ciencias
sociales y medicina).
Otro reporte, de la Universidad de Chicago, publicado en abril,
encontró que los estadounidenses por lo general se vuelven más felices
entre más envejecen, aunque no todas las generaciones comparten el
mismo nivel de satisfacción.
Ese estudio, dado a conocer en la edición de abril de la publicación
American Sociological Review, registró encuestas periódicas a
estadounidenses de 18 años en adelante, pero en todos los casos se les
preguntó si últimamente se habían sentido muy felices, bastante felices
o no muy felices.
Yang Yang, profesor adjunto de sociología en Chicago y principal autor
del reporte, notó que aunque existen grandes diferencias en la
felicidad entre razas y género entre adultos jóvenes, para cuando la
gente llega al final de los 80 años, dichas distinciones desaparecen e,
incluso ante los problemas de salud y la pérdida de amigos que implica
la vejez, la gente tiene mayores probabilidades de reportar sentirse
"muy feliz".
Claro que, en general, la gente tiene más posibilidades de reportar ser
feliz cuando la economía es buena, como mostraron una serie de
encuestas realizadas entre 1972 y 2004 en las que los altibajos en la
felicidad de la gente coincidieron con auges y recesiones económicas.
De hecho, información nueva generada a partir de una encuesta
internacional encontró que el "índice de felicidad" aumentó entre la
gente de la mayoría de las naciones entre 1981 y 2007, reflejando
tiempos económicos generalmente mejores en muchos países, una mayor
tolerancia social y una mayor proporción de gente mayor en la
población.
Ya sea sabiduría, serenidad, o simplemente satisfacción general, la
capacidad de muchos adultos mayores de controlar mejor sus respuestas
emocionales implica un mayor uso de algunas estructuras regulatorias
clave en el cerebro.
Investigadores de la Universidad de Alberta, en Canadá, y de la
Universidad Duke, reportaron nuevos descubrimientos en la edición de
junio de la revista Neurobiology of Aging (neurobiología de la vejez).
"Estudios anteriores han generado evidencia de que los individuos de
edad avanzada sanos tienen una predisposición positiva, lo que
significa que de hecho pueden controlar qué tanta atención le dedican a
situaciones negativas, y, consecuentemente, se sienten menos alterados
por ellas", comentó el doctor Florin Dolcos, profesor adjunto de
psiquiatría y neurociencia en la Universidad de Alberta.
Con respecto a la investigación, Dolcos comentó que tiene implicaciones
que van más allá del entendimiento sobre la manera en que la gente
mayor es capaz de ver las cosas de manera positiva.
"Si logramos entender más ampliamente el modo en que funciona el
cerebro para crear una predisposición positiva en la gente mayor,
entonces podremos aplicar este conocimiento para entender y tratar de
una mejor manera problemas de salud mental con una predisposición
negativa, como depresión y ansiedad, en los que los pacientes tienen
dificultades para enfrentar situaciones emocionalmente desafiantes",
añadió Dolcos. |